martes, 4 de junio de 2013

Pintura Acrílica

Pintura Acrilica La pintura acrílica es una clase de pintura que contiene un material plastificado, pintura de secado rápido, en la que los pigmentos están contenidos en una emulsión de un polímero acrílico. Aunque son solubles en agua, una vez secas son resistentes a la misma. Destaca especialmente por la rapidez del secado. Asimismo, al secar se modifica ligeramente el tono, más que en el óleo. La pintura acrílica data de la primera mitad del siglo XX, y fue desarrollada paralelamente en Alemania y Estados Unidos "Látex" es la denominación común de los polímeros obtenidos mediante polimerización en emulsión, y son dispersiones coloidales de partículas muy pequeñas de polímero en un medio continuo. Los látex pueden ser aplicados en la fabricación de pinturas de arquitectura, pero también en adhesivos para madera (cola vinílica), pinturas para papel, aditivos para cemento y hormigón, y últimamente desde hace unos años en modificadores">Habitualmente los látex producidos son base agua, que son los normalmente conocidos con ese nombre, si la fase continua es orgánica hablamos de un látex inverso (1). Se pueden obtener látex con diferentes monómeros o con mezclas de monómeros (Copolímeros). Como ejemplo de látex formados por un homopolímero se tiene el de acetato de polivinilo o PVA, el cual es uno de los materiales más antiguamente utilizado en la formulación de pinturas. Un ejemplo de látex obtenidos mediante el uso de dos o más monómeros es el de los látex acrílicos (copolímeros del PVA con poliacrilatos) los cuales se utilizan en una gran variedad de formulaciones de pinturas, recubrimientos y adhesivos. El tamaño de partícula de las emulsiones más habituales es de 50-1000 nm (PM mayor a 100.000). Tiene una viscosidad bastante baja (50 centipoises hasta 130 UK). Generalmente el contenido de sólidos de los látex acrílicos es del 40-60 %. Se ha ido aumentando progresivamente la concentración, para reducir los costos de transporte y disminuir el tiempo de secado de los productos formulados. Componentes que utilizar para formar las emulsiones[editar] Emulsionantes[editar] Se denomina así a los aditivos alimentarios encargados de facilitar el proceso de emulsión de los ingredientes. Estos mismos emulgentes también son utilizados en Cosmética, pero entonces se denominan de manera diferente, siguiendo la Nomenclatura Internacional de Ingredientes Cosméticos (INCI). Surfactantes[editar] Un surfactante posee dos extremos de distinta solubilidad. Un extremo, denominado cola, consiste en una larga cadena hidrocarbonada soluble en compuestos orgánicos, no polares. El otro, llamado cabeza, a menudo es una sal de sodio o potasio, soluble en agua. La sal soluble en agua puede ser la sal de un ácido carboxílico o ácido sulfónico. El término técnico para la exhibición química de "personalidades duales" es anfipático. Son compuestos de bajo peso molecular, encargados de formación de miscelas, sitios para la formación de partículas. Si la pintura es una emulsión aceite en agua, se requiere adicionalmente agentes emulsionantes y humectantes de los pigmentos inorgánicos hidrodispersibles. Las pinturas de tipo látex contienen a menudo agentes antiespumantes y conservantes, los que suelen ser surfactantes catiónicos. La fabricación de pintura implica una sucesión de operaciones en las cuales se manipulan dispersiones o emulsiones con sus respectivos surfactantes. Cabe mencionar que una buena comprensión de los fenómenos involucrados es determinante para evitar incompatibilidades y para optimizar el resultado. (3) Coloides protectores[editar] Son compuestos de polímeros de alto peso molecular solubles en agua. Proveen estabilidad coloidal a las partículas en crecimiento, esto es, estabilizan la emulsión rodeando las partículas (no forman micelas) evitando que estas puedan colapsar.(1) Iniciadores[editar] Son compuestos inestables en agua que se descomponen formando radicales libres de vida media muy corta. Aumentan sensiblemente la velocidad de reacción (no son catalizadores). Transfieren la reactividad a las partículas de monómero iniciando una reacción en cadena. Tipos de iniciadores[editar] • De descomposición térmica: Persulfatos de sodio, sulfato, amonio (el más utilizado es el persulfato de amonio). Peróxidos como BPO (peróxido de dibenzoílo) TBPO (peróxido de di terbutilo), y peróxido de hidrógeno. • Par redox: La combinación de agentes oxidantes y reductores genera radicales libres a bajas temperaturas. Se utilizan peróxidos orgánicos como oxidantes y compuestos de azufre en bajo estado de oxidación (bisulfito y metabisulfito de sodio) como reductores. Rohm & Haas no utiliza el par redox como iniciador pero sí para finalizar la reacción en la etapa de agotamiento redox. En los procesos de polimerización, los monómeros utilizados raramente alcanzan conversión completa, por lo que inevitablemente, queda monómero residual en el polímero. La presencia de este monómero no es deseable, debido, entre otros, a su toxicidad (tal es el caso del acrilonitrilo o cloruro de vinilo), u olor desagradable (la presencia de acrilatos y metacrilatos, aún a bajas ppm resulta un gran problema en aplicaciones tales como pinturas de interior), por lo que se hace necesaria la etapa llamada agotamiento redox o post polimerización (4). Monómeros[editar] Son los componentes unitarios que van a formar la cadena del polímero a dispersar. Se clasifican en “duros” y “blandos” según la Tg del homopolímero que forman. La Tg (temperatura de transición vítrea) del polímero es la que determina la temperatura de formación de la película (MFT), y a la vez determinará las características finales del recubrimiento en cuanto a dureza, resistencia al rayado, etc(5). Monómeros principales[editar] • Acetato de vinilo (VAM): CH3COOCH=CH2 Fue el primer homopolímero utilizado en emulsión acuosa para la fabricación de pinturas, son polímeros duros que necesitan el agregado de plastificante externo, en la actualidad se usan como copolímeros con monómeros más blandos para lograr las características de flexibilidad y resistencia deseadas. Tg del homopolimerizado es de 30ºC.(6) • Esteres del ácido acrílico (AB, AE, AM, 2EHA) Estructura del ácido acrílico: Esteres como el metil, etil, n-butil y 2-etilhexil acrilato, son utilizados como monómeros “blandos” (Tg de homopolimerizado -80ºC a -50ºC) para copolimerización con monómeros “duros como acetato de vinilo o estireno. • Metilmetacrilato: a pesar de ser un derivado del ácido acrílico este acrilato forma parte de los “duros” también forma copolímeros con los otros mencionados y su Tg de homopolímero es 105ºC • Estireno ( C6H5CH=CH2 ) Estireno es ampliamente utilizado como monómero “duro” ( Tg=107ºC ) en copolimerización de polímeros vinílicos puros, con acrilatos. A pesar de tener buenas propiedades su utilización está más bien circunscripta a pinturas interiores, debido a la tendencia a tomar tonos amarillentos cuando estos látex son expuestos a rayos ultravioletas. • Butadieno (CH2=CH -CH=CH2 ) Es un monómero “blando”, las propiedades fundamentales que otorga es buena resistencia de impacto y a cambios de temperatura. • Di-butilmaleato CH – COOC4H9 || CH – COOC4H9 Otro monómero “blando” muy usado en copolimerización con acetato de vinilo, forma látex que poseen buenas propiedades de resistencia a humedad, ultravioletas y álcalis. Monómeros adicionales[editar] Además de los monómeros principales del copolímero a sintetizar se agregan otros compuestos en menores cantidades que se integran a la cadena polimérica a fin de mejorar distintas características buscadas en el látex. Monómeros estabilizadores: por lo general se busca mejorar la hidrofobicidad del látex con la introducción de sectores polares en el polímero, esto se logra con monómeros que son más polares, por ejemplo ácido acrílico, ácido metacrílico, acrilamida, acrilato de sodio. Monómeros reticulantes: se usan para mejorar propiedades mecánicas (dureza y elasticidad) Ej: N-metilol acrilamida, silanos (VTEO) Otros monómeros funcionales: Resistencia a solventes (acrilonitrilo) Adhesión (Wam II) De la selección de los monómeros dependerá la mayoría de las propiedades de la emulsión. Buffers[editar] Se agregan para regular el pH en el medio de reacción, esto permite realizar polimerizaciones mejor controladas, brindando látex mejores. Se utilizan sales de ácidos débiles (bicarbonatos, acetatos). Post aditivos[editar] Finalmente, luego de terminada la polimerización se agregan sustancias para optimizar el perfil de la emulsión: • Neutralizantes • Biocidas (para preservar la emulsión del ataque de microorganismos) • Antiespumantes (evita que el agregado de los surfactantes produzca espuma excesiva) • Coalescentes (ayudan a la formación del film). En la práctica, la adición de coalescentes reduce la MFT (temperatura de formación del film). El coalescente reduce la Tg del polímero para que éste forme correctamente el film. Después de la evaporación del agua, el coalescente también se evapora, el Tg vuelve a su valor original y mejoran las características físicas de la pintura. El proceso de polimerización en emulsión[editar] En forma resumida podemos decir que para llevar a cabo una polimerización en emulsión, se disuelve un agente tensoactivo en agua, el cual forma estructuras esféricas llamadas micelas. Luego se adiciona el monómero (insoluble en agua), del cual una parte se introduce dentro de las micelas, con otra parte se forman gotitas de monómero dispersas en el medio acuoso y una pequeña parte del monómero disuelto en el agua. Luego se agrega un iniciador soluble en agua, el cual empieza a descomponerse y genera radicales libres, los cuales entran a las micelas hinchadas para reaccionar con el monómero que esta dentro de ellas y así iniciar la reacción de polimerización. Una vez que la reacción de polimerización inicia, a estas micelas se les denomina partículas. Iniciada la reacción, el monómero dentro de las partículas es rápidamente consumido, pero el monómero de las gotas es transferido hacia las partículas para mantener la reacción. La reacción de polimerización termina dentro de una partícula cuando entra otro radical o cuando se transfiere la cadena a un monómero y el nuevo radical generado sale de la partícula El proceso de polimerización radicalaria en emulsión se divide en tres etapas: iniciación, propagación y terminación: Iniciación y propagación[editar] Todo el proceso comienza con una molécula llamada iniciador. Este puede ser por ejemplo el peróxido de benzoilo o el 2,2'-azo-bis-isobutirilnitrilo (AIBN). Lo que hace especial a estas moléculas es que se descomponen en forma de radicales libres. Los electrones desapareados confieren al radical libre una enorme reactividad. El doble enlace carbono-carbono de un monómero vinílico como por ejemplo el VAM, es susceptible de ser fácilmente atacado por un radical libre. El electrón desapareado, cuando se acerca al par de electrones roba uno de ellos para aparearse. Este nuevo par electrónico establece un nuevo enlace químico entre el fragmento de iniciador y uno de los carbonos del doble enlace de la molécula de monómero. Este electrón se asocia al átomo de carbono que no está unido al fragmento de iniciador. Tendremos así otro radical libre, que podrá atacar a otro doble enlace de otra molécula de monómero, propagándose así la cadena y formando el polímero. Terminación[editar] Los radicales son inestables y finalmente van a encontrar una forma de aparearse sin general un nuevo radical. Entonces nuestra pequeña reacción en cadena comenzará a detenerse. Esto sucede de varias maneras. La más simple consiste en que se encuentren dos cadenas en crecimiento. Los dos electrones desapareados se unirán para formar un par y se establecerá un nuevo enlace químico que unirá las respectivas cadenas. Esto se llama acoplamiento. El acoplamiento es una de las dos clases principales de reacciones de terminación. Otra forma en la que nuestro par electrónico puede concluir la polimerización es por desproporción. Procedimientos de producción[editar] La forma más elemental de producir la polimerización en emulsión es la llamada en batch, en la cual se agregan al reactor todos los ingredientes desde el comienzo, se mantiene la agitación y refrigeración y así la reacción se lleva a cabo. Pero este procedimiento acarreaba ciertos problemas que van en contra de la buena calidad del producto obtenido; la reacción, al disponer de elevada cantidad de reactivos disparaba su temperatura y se volvía muy difícil de controlar, además el crecimiento de cadena tampoco era fácil de controlar dando pesos moleculares dispersos y demasiado altos para los propiedades buscadas y tamaños de partícula también demasiado grandes, lo que perjudicaba la estabilidad de emulsión. En los últimos años se ha llevado ha cabo la técnica de Ultrasonido con la cual se logra llevar un proceso controlado.

Pintura al Oleo

PINTURA AL OLEO El óleo es una técnica pictórica consistente en mezclar los pigmentos con un aglutinante a base de aceites, normalmente de origen vegetal. Por extensión, se denominan óleos a las pinturas ejecutadas mediante esta técnica, que admite soportes de muy variada naturaleza: metal, madera, piedra, marfil, aunque lo más habitual es que sea aplicado sobre lienzo o tabla. El uso del óleo se conoce desde la Antigüedad y estaba ya extendido entre los artistas de la Edad Media, aunque de modo minoritario ya que en esa época predominaba la pintura al temple o al fresco. A fines del siglo XIV y durante el siglo XV, se comenzó a generalizar el uso del óleo en detrimento de otras técnicas, ya que permitía un secado más lento de la pintura, correcciones en la ejecución de la misma y una excelente estabilidad y conservación del color. Fueron los pintores de Flandes los primeros en usar el óleo de forma habitual, y se atribuye, erróneamente, su invención al pintor Jan van Eyck.[1] El aceite que más se empleaba era el de linaza, pero no era el único y cada artista tenía su propia fórmula que se solía guardar en secreto. Normalmente se emplea la esencia de trementina como disolvente, para conseguir una pincelada más fluida o más empastada, según el caso. Muchos siguieron los consejos y experiencias escritos en el Tratado del monje Teófilo que ya se conoce y se menciona en el año 1100. Cennino Cennini, en su Libro del arte, también menciona y describe la técnica.[2] La preparación del soporte para recibir la pintura varía según la naturaleza del mismo. Normalmente se suelen aplicar una serie de capas de cola animal y yeso, que consiguen que la superficie quede lisa y uniforme; esto se denomina imprimación. Si bien en un primer momento la mayoría de los óleos eran sobre soporte de madera, a partir del siglo XVII con el arte Barroco los pintores eligieron como soporte favorito de sus pinturas el lienzo, siendo este más práctico para la elaboración de grandes composiciones por su posibilidad de enrollarse, además de sufrir menos las variaciones térmicas y el ataque de insectos xilófagos. La pintura obtenida con la mezcla de aceites ofrecía muchas ventajas al pintor, entre otras, el poder realizar su obra lentamente y sin prisas (lo contrario a lo que ocurría en la pintura al temple, o al fresco), el poder retocar la obra, variar la composición, los colores, etc. Precisamente por estas cualidades fue la técnica favorita de pintores como Leonardo da Vinci, Tiziano o Velázquez, quienes valoraban una ejecución meditada y sujeta a correcciones continuas. Leonardo experimentó diversas variaciones de la técnica, como su aplicación sobre muros a modo de fresco, o la invención de barnices y texturas oleosas de diversa consistencia, que se saldaron con rotundos fracasos, pero asimismo llevó esta técnica a nuevas cimas con la invención del sfumato o gradación suave de la luz, conseguida a base de sucesivas capas de pintura muy ligeras (veladura). Van Eyck, como los demás pintores flamencos, utilizaba el óleo a modo de miniaturista, procurando captar los detalles y dando como resultado una pintura esmaltada; la escuela pictórica veneciana (Tiziano) aportará como novedad las posibilidades de textura de las pinceladas, experiencias que recogerán posteriormente, entre otros, el flamenco Rubens y el holandés Rembrandt; este último ensayó técnicas nuevas como el raspado. Todas estas formas de pintar fueron el método académico hasta el siglo XVIII. A partir del Impresionismo, los pintores usan los colores prácticamente sin mezclar ni diluir, y sin boceto o diseño previo en muchas ocasiones. El equipo que usan los pintores se compone normalmente de pinceles (cerdas de animales, especialmente marta; también de pelo sintético), de diferentes tamaños y formas, espátula, caballete y paleta. Se puede trabajar sobre un boceto previo, o bien sin él, técnica más libre denominada alla prima. Óleo sobre un muro[editar] Artículo principal: Pintura mural. En primer lugar, el artista se disponía a preparar la pared para recibir la pintura (imprimación). La técnica está descrita por Giorgio Vasari (1511-1574), arquitecto y pintor teórico del arte italiano en su obra Le Vite.[3] Primero se satura la superficie del enlucido con varias capas de aceite cocido, hasta llegar al punto en que la pared ya no absorba más. Cuando está la superficie seca se aplica una capa de blanco de plomo, de aceite, de amarillo de plomo y de arcilla refractaria. Se dan las últimas capas con polvo de mármol muy fino y cal, más una aplicación de aceite de lino. Para terminar, se extiende una mano de pez griega. La utilización del óleo sobre el muro ha sido minoritaria en la historia del arte, ya que otras técnicas como el fresco son mucho más estables y duraderas. Sin embargo, algunas obras señeras, como La Última cena de Leonardo o las Pinturas negras de Francisco de Goya emplearon esta técnica. Óleo sobre tabla[editar] Artículo principal: Tabla (pintura). Esta técnica fue la utilizada preferentemente por los artistas de la pintura flamenca. Sin embargo, gran número de pinturas italianas de la primera época renacentista estaban pintadas sobre tabla. Se preparaba la tabla con una capa de carbonato de cal terroso (creta) blanco y cola animal (gesso). De esa manera la madera resultaba compacta y lisa, a la espera de la pintura. Óleo sobre lienzo[editar] Artículo principal: Lienzo. Ha sido el soporte favorito desde el Renacimiento hasta nuestros días, por su facilidad para el transporte y almacenaje y óptima conservación. La tela evita las molestas y antiestéticas grietas que a menudo afloran en la madera debido a oscilaciones térmicas o de humedad, y permite la realización de pinturas de mayores dimensiones. Además, muchos artistas aprovechan la trama del tejido para crear efectos expresivos particulares. Los lienzos suelen exhibir un aspecto más mate que la pintura sobre tabla, aunque muchas veces esto se mitiga con la aplicación de barnices como acabado final. Las telas más utilizadas para pintar son el lino, la arpillera y el algodón. Los artistas venecianos de final del siglo XV fueron los primeros que utilizaron el lienzo libre montado sobre un armazón. La tela alcanzó su máximo esplendor como soporte en el siglo XIX con los impresionistas, cuando se comenzó a extender la pintura al aire libre y se hicieron necesarios soportes más ligeros y fáciles de transportar.[4] Óleo sobre otros soportes[editar] La utilización de otros soportes diferentes a la tabla o lienzo fue muy minoritaria, aunque no escasa, ya que desde el Barroco se impuso la moda de los objetos lujosos y de apariencia extraña o novedosa, por lo que conocemos pinturas al óleo sobre piedras preciosas, metales, vidrio, e incluso marfil, que se puso muy de moda en la época romántica. Estos soportes presentan muchas veces problemas de conservación, ya que la adherencia del óleo a estas superficies no porosas es menor. En cuanto a piedras, fue usual la pintura sobre ágata y sobre mármol, siendo más extraños otros soportes como la aventurina.[5] Tales soportes, por su exotismo y belleza, aumentaban el valor de las pinturas. En cuanto a los metales, sin duda el más utilizado fue el cobre. Fue un soporte muy popular a partir de fines del siglo XVIII, en obras generalmente de pequeño tamaño. Las ventajas que ofrece son su estabilidad y durabilidad, y la superficie uniforme del metal, que permite un acabado liso y brillante. Óleo por veladuras[editar] El óleo trabajado a base de veladuras es la técnica de pintar que más se utilizó en el Renacimiento. También fue frecuentemente utilizada por artistas posteriores. Rembrandt, por ejemplo, finalizaba sus cuadros con numerosas veladuras de color transparente sobre la base seca. La veladura consiste en capas muy delgadas de pintura diluida en barniz o trementina, de forma que se transparente la capa inferior, así el color que veremos es el resultado de la mezcla del color inferior más el de la veladura. Pigmentos[editar] Artículo principal: Pigmento. Tradicionalmente el artista preparaba sus propios colores, mezclando pigmentos con aceite de lino y resina. A finales del s. XIX comenzaron a comercializarse tubos con colores al óleo ya preparados.[6] Cada maestro tenía sus propias recetas y existen muchas curiosidades asociadas a la fabricación de los colores, como el marrón de momia obtenido del polvo de momia comercializado para usos medicinales en el siglo XII[7] o el amarillo indio muy apreciado por los pintores flamencos de los siglos XVII y XVIII, producido a partir de orina de ganado alimentado únicamente con hojas de mango.[8] Actualmente muchos pigmentos naturales han sido reemplazados por pigmentos sintéticos, más económicos y menos tóxicos, aunque han conservado sus nombres históricos, por ejemplo: * Azul ultramar: en su origen el pigmento se obtenía de una piedra semipreciosa, el lapislázuli. Era el color utilizado en la pintura de los mantos de la Virgen, y era frecuente que su cantidad, uso y extensión fuera objeto de especificaciones muy precisas en los contratos realizados entre los comitentes y el artista, así como el uso del pan de oro.[9] * Amarillo de cromo: elaborado originalmente a base de cromato de plomo, un pigmento de color intenso con variaciones desde tonos claros hasta casi naranja. Fue empleado hasta mediados del siglo XIX, y uno de los colores preferidos por Vincent van Gogh. La alta toxicidad del cromo, así como su poca estabilidad ante la luz, lo fueron dejando en desuso.[8] * Carmín: tradicionamelte producido con cochinillas Kermes vermilio, y, a partir del s. XVI, con cochinilla americana, resultaba un pigmento de un rojo intenso aunque poco estable a la luz en su utilización al óleo.[10] * Cardenillo: la pintura al óleo preparada con este pigmento obtenido de la pátina verdosa del cobre, también conocido como verdigris, se presentaba inicialmente de un color verde-azulado y demoraba aproximadamente un mes para alcanzar su tonalidad verde estable, además de ser sumamente tóxico.[6">

Acuarelas

PINTURAS EN ACUARELAS El término acuarela se refiere frecuentemente a la acuarela transparente o al gouache (una forma opaca de la misma pintura.). La acuarela está hecha de pigmento fino o tinta mezclada con goma arábiga para darle cuerpo y glicerina o miel para darle viscosidad y unir el colorante a la superficie a pintar. Un relleno sin pigmentar se añade al gouache para dar opacidad a la pintura. Toda acuarela palidece si se expone al sol, los colores permanecen cuanto más calidad tienen los pigmentos. Es posible encontrar los colores en tubos o pastillas, en las dos formas se aprecian las diferencias entre pigmentos, por ejemplo con el azul de manganeso se obtiene una granulación. Técnica[editar] La técnica «transparente» de la acuarela implica la superposición de lavados finos y se basa en la blancura del papel para obtener sus efectos y los toques de luz. A medida que se superponen más lavados el color se hace más profundo. El color de la acuarela se puede modificar añadiendo o quitando agua, usando pinceles, esponjas o trapos. La acuarela da muchas posibilidades: la técnica del lavado permite crear degradados o lavados uniformes, incluso superposición de colores. Con la técnica húmedo sobre húmedo se pinta con la acuarela sobre el soporte previamente humedecido, obteniendo un efecto diferente. También se pueden realizar lavados del pigmento una vez seco, dependiendo del papel, del pigmento y la temperatura del agua. La limpieza con esponja u otro elemento absorbente, el raspado, son algunos ejemplos de las amplias posibilidades que ofrece la acuarela. Soporte[editar] El soporte más corriente para esta técnica es el papel y hay gran variedad de texturas, pesos y colores, y su elección depende del estilo del artista. Existen tres tipos estándar: * Papel prensado en caliente (hp), tiene una superficie dura y lisa, muchos artistas consideran una superficie demasiado resbalosa y lisa para la acuarela. * Papel prensado en frío (no), es texturado, semiáspero, adecuado para lavados amplios y lisos. * Papel áspero, una superficie granulada, cuando se aplica un lavado se obtiene un efecto moteado por las cavidades del papel. El gramaje del papel es la segunda consideración para su elección, ya que un papel más grueso tiene menos tendencia a ondularse. Para evitar que el papel se ondule hay que tensarlo.">

El Círculo Cromático y Tipos de Pinturas

http://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%ADrculo_crom%C3%A1tico